

ESTRATEGIAS DE INSTRUCCIÓN Y EVALUACIÓN
Universidad de Montemorelos
Dr. Jorge O. Trisca
Nubia Lizbeth Cebreros Rivera
Matrícula: 1130423
¿Quién soy? …y ¿Por qué estoy aquí?
Estoy segura que Dios da diferentes habilidades, talentos y dones a cada persona, y estoy consciente que no todos nacemos para dedicarnos a la misma profesión. Ante todo eso, pienso que Dios ha puesto en mí un deseo de servicio a través de la docencia, es por ello que me imagino en el futuro trabajando de profesora de ciencias en un colegio adventista, apoyando a mis alumnos al igual como tantos profesores me han apoyado a mí.
Mi nombre es Nubia Lizbeth Cebreros Rivera, he vivido la mayoría de mi vida en Los Mochis Sinaloa, pero soy originaria de la ciudad de Culiacán, capital del mismo estado; por razones familiares a los 3 años de edad me fui a vivir a Los Mochis, donde vive la mayoría mi familia materna. Soy hija de padres divorciados, razón por la cual he vivido con mi madre y mi hermano desde que nos mudamos de mi primer hogar. De padre y madre solo somos dos hijos, yo soy la menor, mi hermano tiene 22 años y estudia en Culiacán, donde vive en casa de mis abuelos paternos. Mi Papá, por su parte, hace aproximadamente más de diez años se volvió a casar, teniendo a su vez dos hijos varones más (actualmente el primero tiene 7 años y el segundo a penas 1 año).
Mis padres, ambos son intendentes; mi papá del DIF de Culiacán, y mi mamá del Colegio Ahome (institución adventista de la Asociación de Sinaloa). El núcleo de mi familia es adventista, mi abuela materna recibió el mensaje cuando mi mamá era adolescente, así que yo soy adventista de tercera generación. Fui miembro regular de la iglesia de Toledo por mucho tiempo, me gusta formar parte activa de la sociedad de jóvenes y del liderazgo juvenil. Me parece que servir en la iglesia es una manera muy agradable de adorar a Dios, y el estudiar en instituciones adventistas se complementa con los principios que se aprenden en ella desde los departamentos de cuna y jardines del ministerio infantil, por lo cual, estoy agradecida con Dios por haberme dado el honor de estudiar en un colegio de la iglesia desde cuarto grado de primaria. Soy egresada del Colegio Ahome, y aunque no fue una tarea fácil, puedo decir que ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Fueron años de arduo trabajo, pero valieron la pena; esto no hubiera sido posible sin la ayuda de diversas personas que estuvieron ahí para apoyarme, es una experiencia que no quiero dejar de vivir. Es por ello que mis estudios universitarios los quise estudiar en la UM, ya que mi anhelo fue seguir respirando un ambiente admirable, donde la convivencia entre alumnos y maestros sea algo especial, y este incluido Dios; donde encuentre todo: conocimiento, educación, moral, alegría, ilusiones… y al decir “todo”, me refiero a que se fomente lo grande que es el amor de Dios. En el futuro deseo ser en la sociedad una egresada de la UM que practique la justicia, ame la misericordia, y ande humildemente con nuestro Dios.
¿Por qué estudiar la Licenciatura en Enseñanza con énfasis en Físico-Matemático?
Siempre he tenido una inclinación hacia esta área, especialmente en el ámbito del pensamiento lógico matemático. Desde muy temprana edad nació en mí el gusto por los números y los problemas, y ahí inicie a soñar mi futura profesión. A raíz de la separación que estaba afrontando mi familia cuando yo pasaba por la etapa de preescolar, empecé a ver que la vida estaba llena de problemas, y que los seres humanos no sabíamos afrontarlos. Mi mente de niña, inconscientemente relaciono esto con la resolución de problemas de simples números; fue así como se despertó en mí el interés por esta ciencia, el cual se fue desarrollando con el paso de los años.
Si por alguna razón no me hubiera decidido por Educación en Físico-Matemáticas, me hubiera inclinado por estudiar Educación en Lengua y Literatura Española o en las ciencias de Químico-Biológicas (materias que también me gustan), de seguro “Educación” porque no me imagino ejerciendo otra profesión que no sea la docencia.
De parte de mi familia cuento con un respaldo económico casi nulo; el sueldo de mi mamá, para ser sincera, solo alcanza para los alimentos, y ella es quien nos ha sacado adelante todo estos años. Mi papá nos manda una ayuda por parte legal cada quincena, la cual no abarca ni siquiera media semana del aporte que debería dar un padre de familia. En mi casa se vive al día, mi hermano y yo siempre hemos apoyado a mi mamá trabajando, y podemos decir que Dios si bendice, y mucho. Sé que muchas personas con menos recursos que yo han podido estudiar en la universidad donde me encuentro, es por ello que ante todo yo no me resisto a cumplir mi sueño, y estoy dispuesta a trabajar arduamente para autofinanciar mis estudios universitarios.
Y si, tal vez de acuerdo a mis posibilidades económicas, es cierto; tengo sueños de rica, realidad de pobre, ideas de millonaria, fe muchísimo menor que un grano de mostaza, más miedo que el de un cangrejo; pero también es cierto que tengo un DIOS GRANDE, el ser más grande que existe, ese es mi Dios quien me ayudará a lograr mis sueños.
Proyecto de Vida:
El aceptar el reto de estudiar en una universidad adventista me hizo pensar en proyectos más desafiantes para el futuro, ideas complementarias a la situación actual que vivo, me hace querer intentarlo, soñar lograrlo, y planear glorificar a Dios con ello, que sea su logro y no el mío. A pesar de todas las dificultades que pueda haber quiero aprender a no tomar las caídas como fracasos, sino como lecciones.
De manera general, visualizo un futuro lleno de retos educativos y científicos, me proyecto con una familia cristiana, que a su vez mantenga vivo el interés por la ciencia y sus avances. El ayudar a otros debe ser el objetivo principal, la meta es una vida de servicio. Quiero inspirar a mis futuros alumnos a vivir con el deseo consecutivo de aprender y a mirar una vida futura con Jesús.